miércoles, 6 de mayo de 2009

Hoy por hoy y ayer por ayer

Hay algunas personas con las cuales me tiendo a juntar, que sacan aspectos que no me gustan del todo en mí. Cuando estoy en su compañía las cosas parecieran no importar, y asumo ciertas características como de rockero reventado de los 70, o hippie desesperanzado sin sentido, claro, muy entretenido en el momento, pero al cabo de unos días ya no lo es tanto. Generalmente requiero de su compañía cuando me siento un poco deprimida, cuando requiero de una pausa y cuando no quiero dar explicaciones, generalmente me junto con ellos cuando ni yo tengo bien claro lo que me pasa, y como mi relación con ellos no es profunda, la verdad es que da lo mismo, importo poco o nada y solamente pasamos el rato.

Es una especie de pausa que hago cuando los veo, pero una pausa que no se queda muy estática como me gustaría, es una pausa donde me voy consumiendo de a poquito, y luego de un tiempo en su compañía, yo misma me paso la factura, y me deprimo un poco más y me siento aún más sola.

Importar poco o nada no es bonito. Que de lo mismo si te quedas o te vas tampoco lo es. Entonces ¿por qué algunas veces nos buscamos amistades que no nos aprecian como deberían?

El viernes estuve con Karin toda la tarde en su casa. Escuchamos música, cantamos, bailamos, dibujamos e hicimos videos de nosotras bailando y cantando para luego reírnos a carcajadas alguna otra tarde. El viernes en su compañía me llené de cariño y felicidad y eso me hizo ver el cariño y felicidad que pierdo estando en lugares equivocados... pastelero a tus pasteles, no?

Karin la lleva! y lo mejor de todo es que también tengo a otras personas tan increíbles como ella junto a mí… Mati, por ejemplo, por Dios la cantidad de años que llevamos juntas y los muchos lugares que hemos conocido a punta de mochila al hombro!, si bien nos hemos distanciado un poco en estos momentos, es algo pasajero, yo se que ella está ahí para mi, y yo para ella.
Sebita, siempre aplomado y siendo una barrera de contención y un margen, una sangría; definitivamente él saca lo mejor de mí, ¿qué más puede entregar una persona? Sabiendo esto, desearía tanto poder entregarle a otras personas lo que el me ha dado...
Mi Cris, años juntos viajando, riendo, conociendo y creciendo.
Paula, una reina!
Aníbal y nuestro Buenos Aires querido y sus noches como marineros de puerto de los años 20! … pinturas, muchas pinturas de fuego y nieve gélida.
Emilio que me conoció siendo una niña que estaba soñando, ahora me ve despierta…
…y mi Carlos… Carlos que es un sol.

Por cosas del destino, mapas y relojes en otros hemisferios, no a todos los puedo ver tan seguido como quisiera, pero me gusta saber que nos debemos buenos momentos y grandes cambios los unos a los otros.

7 comentarios:

Cristian Morales-Kallina dijo...

Y el futuro, por el futuro de la amistad verdadera...

Editor dijo...

Yo pensaba que las Argentinas eran las más bonitas, pero ejem.. veo que en Chile hay altos exponentes ademas de Cecilia Boloco jaja
Un abrazo desde tu país vecino!!
Salute

Cote Santana dijo...

Me encanta!! gracias!

Cote Santana dijo...

Boloco: wacht it !!

HAHAHhaha!!

anibal dijo...

que buen post Cote.
que historia la de los bohemios como nosotros que salimos a la calle para darle a nuestras vidas el vértigo de enfrentarse a la adversidad. Hoy la gente de la calle a perdido ese espíritu poético de las veredas del montmartre de 1850 donde se daba la gesta del la bohemia de la fraternite la liverte la igualite.

Eres una gibsters de raza.
La poesía del asfalto es toda tuya.
te kiero

Cote Santana dijo...

yo a ti

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Hola gracias por tu visita.

En cuanto a tu post, claramente a veces uno se vuelve prisionero de grupos, que en definitiva terminan por eliminar tu individualidad...

Con eso siempre hay que tener cuidado. Los amigos para carretear, generalmente no son amigos, confunden la amistad con una ebriedad.