domingo, 7 de diciembre de 2008

Amanecer

Los violines guiaban mis pasos en medio del amanecer. El viento un poco helado de la noche se mezclaba con la brisa fresca de la mañana. Atravesé calles, plazas, fuentes, pasé por frente de muchas casas donde las personas aún dormían y yo me sentía tan feliz! Yo estoy aquí, caminando, llenándome de vida y energía y los violines cada vez sonaban más fuertes y los coros magníficos fundiéndose con ese frío de la mañana que azotaba mis piernas, mi cara, mis brazos y la cima del mundo estaba ahí, y yo estaba en la cima del mundo y veía las cosas tan claras.

El sol salió, pero no se veía, solamente había luz, las nubes lo tapaban todo y no se puso más cálido, y eso lo hizo aún mejor. Hoy recordé mis amaneceres en Londres, y la sensación al caminar fue la misma, la vida de lleno, la felicidad de golpe en mis mejillas y la música fuerte llevando mi alma hasta el cielo.

Cambian las ciudades, los climas, el pavimento bajo mis pies, pero no cambia nada más. Yo sigo caminando y hay veces que estoy en la cima del mundo.

Cote Santana

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Gambucita

Hoy pasó algo muy triste. Hoy me pasó algo muy triste y muy tonto a la vez.

Estaba en mi taller concentrada en lo que estaba haciendo, hasta que miro la fuente de mis peces. El agua de la fuente estaba buena, los peces ya habían desayunado, pero creí que querían un poco de agua helada ya que el sol los estaba golpeando de lleno. Entonces conecté la manguera (para los amantes de los peces no se espanten: nunca agrego más de 1/4 de agua del grifo), la puse dentro de la fuente y en esperar a que se llenara seguí haciendo lo que estaba haciendo en el taller... una media hora después o quizás una hora entera después, llega la Gladys y me dice "oye Coté, por qué está todo el patio mojado?" .- OH NO! MIS PECES!!

y que creen? estaban todas las gambucitas saliéndose de la fuente y felices de la vida nadando por el patio siguiendo la corriente de agua.

NOOOOOO!!! .- Que grito más grande fue el que dí!.- AYÚDENME!!!

Saqué la manguera de la fuente, pero decidí dejar que el agua siguiera corriendo por el patio, al menos las gambucias podrían seguir nadando y así las mantendría vivas.

Increíblemente pude salvar a todos mis queridos peces y devolverlos a su fuente.

Mientras yo gritaba y casi que lloraba buscando a mis gambucias la Gladys tuvo la brillante idea de traerme una cuchara sopera y con ella pude recogerlas de las pocitas que se habían formado en el suelo. Es bueno que sepan que las gambucias son unos peces muy pequeños y muy rápidos, no miden más de 5 centímetros y son finitos...parecen frágiles, pero como pude comprobar (una vez más) son realmente carne de perro!

Después de devolverlos todos a la fuente, hice "el conteo final de gambucias" y sip, estaban todas.

La historia podría haber tenido un final feliz, si no veo, a eso de las 7 de la tarde, a una mini gambucia pegada al fondo de la fuente, sin ganas de moverse. Metí mi mano entre las plantas de loto y abriéndome paso entre las lilas acuáticas tomo a la gambucia con mis dos manos...pucha, que pena, estaba luchando por su vida y tenía la colita con un poco de sangre. Creo que no tienen idea lo mal que me sentí... lo mal que me sigo sintiendo. Esta fuente tiene mi corazón y todo lo que ocurre en ella me afecta de una forma muy directa. Es la fuente de mis delicias. Me vi marcando mi celular y llamando a mi amigo veterinario… luego corto y pienso: -y que le iba a decir? Cómo le doy respiración artificial a la gambucia o cómo la operamos para salvarla? …si claro…

No quiero levantarme mañana y ver en la fuente flotando a esta gambucia.

Hay veces que los errores duelen, sean chicos, sean errores grandes, o se presenten en forma de mini pez de 3 centímetros…
Cote Santana