miércoles, 26 de noviembre de 2008

La locomotora descarrilada

Cuantas veces he escuchado "nadie tiene la vida asegurada, disfruta ahora que luego puede ser tarde"... incluso han habido veces que esta frase ha salido de mi propia boca para hacer reflexionar a alguién, que a mi parecer, está perdiendo su valioso tiempo llorando o afligiéndose por cosas intrascendentes y sin sentido.

Hoy, al enterarme de la muerte de Pablo Domínguez, esta frase se me vino encima como una locomotora descarrilada. Pablo no tenía más allá de 47 años...47 años! no es eso muy poco? No tendría que haber vivido al menos otros 47 años más? No tendría que haber pintado al menos para hacer otras 3 retrospectivas de su obra?

¿Y si supieras el día de tu muerte, harías algo para vivir al máximo tus últimos días? - Esta pregunta me la respondí una tarde trepada en la higuera de mi casa. Yo tenía unos 8 años y mi hermano Felipe esa mañana había lanzado la pregunta al aire. Mi respuesta fue no. No haría nada para vivir al máximo mis últimos días porque me prometí que cuando creciera haría mi vida a mi voluntad, a mis anchas, a mi propia velocidad y la viviría intensamente como la soñaba de niña. La verdad que así fue. Hace un par de años que vivo siguiendo mi propia promesa de Coté de 8 años: vivo, recorro ciudades en bicicletas, viajo, soy la dueña de mis manos en mi taller, imagino cosas, me río cuanto más puedo al día, canto y bailo, me entretengo y entretengo a mis amigos. Pero hay veces, como hoy, que la pregunta se me presenta de golpe como a mis 8 años.
¿Estoy viviendo del todo o soy media perezosa a veces? ¿Las cosas que me afligen, son realmente importantes, o puedo levantar aún más mi cabeza y ver el horizonte más lejano y no el inmediato?

Es una lástima que la locomotora esta vez se me haya presentado con la muerte de Pablo. Tengo que decir que lo admiro mucho, cada cuadro pintado por él me llena el alma y levanta el espíritu.

Y que algo quede claro: con los artistas se habla en presente, siempre! Es imposible morir con tanta obra.

Cote Santana
26 noviembre 2008