jueves, 23 de abril de 2009

Glue II

Todo se ve estable, siempre. En apariencia todo se ve estable y calladito, hasta bonito. Y todo eso lo he pegado y reparado una y otra vez. Como mi cuerpo, a veces se han quebrado partes de el y me las he tenido que pegar. Y otras partes de mi cuerpo se han quemado y también se han reparado, hasta he tenido accidentes con cosas filosas y todo se vuelve a pegar.

Y eso es sólo el cuerpo.

Ideas se me han roto. Cuando eso sucede, no siempre encuentro todos los pedazos, y al intentar articularlas nuevamente se ven cojas, no quedan del todo bien, y algunas veces resultan historias de ellas… buenas historias.

Y he perdido y roto amistades, y aún no encuentro como volver a unir esos lazos perdidos. Y hay veces que me hacen falta. Se podrían volver a pegar a mí, como el lápiz- Frankenstein de mi hermano…

Pero se ven las uniones, quedan marcas y si me acerco a ellas, mientras más cerca de ellas estoy más grandes se ven, y podría luego saltar de un extremo a otro; el vacío que separa la unión, pero que el pegamento junta.

Un día mi abuelo me enseñó a medir la profundidad de un espejo. -Nunca se me había ocurrido pensar que los espejos tenían profundidad -. Cual es la distancia que me separa de mi reflejo. Me enseñó con el espejo del comedor de mi casa, y todavía me veo trepada en una de las sillas descubriendo que hay una grieta entre yo y yo, y por más que apretaba mi dedo sobre el vidrio, quedaba ese espacio suspendido en algún lugar y no lo podía engañar, aunque pusiera toda mi mano, mi brazo, aunque pegara mi cara al cristal y la punta de mi nariz se apretara sin poder respirar… aún así quedaba el espacio…

¿Entiendes? Pueden ser metáforas, talvez lo sean, pero han sido todas experiencias imposibles de olvidar que se han quedado conmigo. De seguro otros se cuestionan cosas similares y en vez de llamarles “el pegamento” como lo hago yo, le dirán de otras formas, y se hacen estrellas de rock, o escritores, o se hacen artistas o matemáticos para poder lidiar mejor ello. O simplemente se cuestionan “como puedo calzar bien (o mejor) en todo esto”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Existe un pegamento para tres figuras en movimiento?

Rodolfo dijo...

¿Y como se mide la profundidad de un espejo? ¿Es relativa al grosor del vidrio?
Nunca me había preguntado, pero ¿qué habrá en ese diminuto pero infinito espacio? Apuesto que es mucho más entretenido que lo que hay al otro lado (y que no tiene nada que ver con ajedrez).

Cote Santana dijo...

Si, es muy extraño ese espacio que queda suspendido.
Luego de leer tu comentario, fui nuevamente al mismo espejo a tratar de enterder que pasa en ese lugar, y me dio gusto y me hizo sonreir pensar que ahí se podría pasar mucho mejor que al otro lado!
(y tampoco tiene nada que ver con rosas)