viernes, 27 de febrero de 2009

Birds


Estoy en Santiago de Chile feliz en mi cama, o lo que se puede estar, acostada y con pijama de algodón lista para dormir y soñar con mis buenos sueños y mis buenas aventuras.

Escucho una canción de Kate Nash ( British, very ) llamada "Birds" que trata de un chico que se salta las barreras del metro de Londres porque no pagó su pasaje y no tiene el dinero necesario para pagar la multa que le imponen. Su novia lo espera afuera y juntos corren y saltan a un London bus y su historia continúa y la mía ahora está acá. La mía ya no está más en Londres y yo tampoco tendré que volver a saltar a un London bus sin pagar... nunca más...al menos eso espero.

Era una noche de verano, pero en Londres siempre llueve y parece siempre ser nuestro invierno, y el me gritó, y el me insultó de una forma muy fea y luego me abofeteó y yo caí contra una pared. Y yo no supe que hacer ni como reaccionar y me transformé en agua y sentí como mi cuerpo se escurría por entre las tablas del parqué. Y me quedé inmóvil un tiempo, sólo Dios y las ratitas de Londres saben cuánto tiempo me quedé inmóvil y yo no me movía, ni lloraba, pero me escurría por el piso y sentía mi alma disolverse entre la noche, las rendijas y algo superior a mi.

No me moví por tres fines de universo consecutivos.

No me moví por tres eternidades.

Me volví piedra petrificada mientras me volvía agua y me perdía por suelos lejanos y me drenaba hasta el primer piso y seguía perdiéndome hasta el subsuelo y más allá.

Luego, no sé como, ni cuando, yo corrí y me encontré rodeada de asfalto londinense, de noche londinense y de ciudad extraña porque no se para donde corrí y me subí a un London bus y ahí me di cuenta que yo lloraba y que la noche estaba muy avanzada y que yo no tenía mi "Oyster card" la tarjeta para subirme al transporte público y estaba muy mojada porque se había puesto a llover justo cuando yo me puse a llorar y el chofer pidió mi pase y yo lo miré , y el entendió y me dijo que pasara y me sentara.

"Stop crying".- he said - "Please don´t cry" he said.- y yo pasé. Me senté y nadie más me habló en todo el viaje y nadie más me miró tampoco. Y luego, de mucho andar yo me bajé en una plaza y ahí pasé mi noche y decidí arreglar mi fortuna al día siguiente y así lo hice.

En ese banco de plaza, entre la humedad de la tierra llovida, los árboles añosos y corroídos por una incesante llovizna, ahí mismo donde de día pasaba con mi bici y veía a la gente comiendo sus almuerzos y a las ardillas saltando en el pasto, yo estaba a la vista de una decena, quizás más de zorritos londinenses y de estrellas familiares meditando lo que acababa de pasarme.

Y saben que?

Me sentí bien, DIOS que me sentí bien! Tan bien porque ya no llovía, porque estaba sola, porque a lo lejos veía zorritos, porque estaba viendo una realidad que en otros tiempos era tan lejana a mi, casi como un cuento de alguna princesa Rusa en desgracia, donde todos sabemos que acaba con un buen final y sentí que alguién escribía de mi y que cuidaba de mi y aquí estoy, esta noche de verano real con una pluma real recordando que no tuve miedo y que de seguro los zorritos del parque aún se preguntan donde estoy y por qué no he vuelto a acompañarlos.

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